- The video discusses five decisions that individuals cannot escape.
- The first decision is whether to stay safe on the shore or venture into the unknown.
- The second decision is whether to cut off toxic relationships or continue to be influenced by them.
- The third decision is to fill one's life with positive and holy things, rather than leaving it empty.
- The fourth decision is to prioritize following Jesus over other obligations or responsibilities.
- The fifth decision is to choose between serving God or serving worldly desires.

- The piece is about a lamp that illuminates darkness
- The lamp represents the Lord
- The lyrics express trust in the Lord's love during battles.

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5 decisiones de las que no podrás escapar Primera decisión, remamar adentro.

Esta frase se la dice Jesús a Pedro en el Evangelio de San Lucas capítulo 5 versículo 4 y es que tarde o temprano tendrás sí o sí que decidir si seguir pegado a la orilla de tu vida donde todo es más seguro, donde no hay riesgo o remar mar adentro, donde entra el vértigo de sentir que estás solo en medio del océano y que no hay tierra a la vista.

Tardo o temprano tendrás que tomar la decisión de conocer nuevos mares o seguir siempre en la misma orilla de tu vida.

El miedo, la búsqueda de seguridad puede hacer que te conformes con mirar el mar desde la playa, Pero Jesús siempre siempre te está invitando a remamar adentro.

Rema más adentro, es decir, deja la superficie, deja la playa y entra en la profundidad de la vida, entra en la profundidad de tu propia existencia.

La segunda decisión que sí o sí es trascendental y no puedes escapar, te enfrentarás tarde o temprano a esta frase de Jesús.

Tendrás que tomar una decisión como estos dos caminos que tenemos aquí en la espalda.

La frase de Jesús dice, si tu mano te hace caer, cortatela.

Nos cuesta terminar con una relación que nos gusta mucho, pero sabemos no nos hace bien, es tóxica y no tiene futuro.

Nos cuesta dejar un amigo o un grupo de amistades que nos inducen a malos caminos, pero que conocemos desde hace años, incluso desde la infancia, y la verdad que nos da tristeza dejarlos, cortar con esas relaciones.

Nos cuesta dejar un trabajo que está sacando lo peor de nosotros mismos y es incluso una ocasión para caer en cosas fajas, pero como nos da el sustento de cada día, el sustento económico, seguimos allí, nos cuesta cortar.

Como perder una mano o un pie o un ojo, Así es de doloroso el tomar la decisión de cortar con alguien que tú amas pero es tóxico.

De cortar con un ambiente que te gusta pero que te hace caer.

De cortar con un trabajo que no te ayuda y saca lo peor de ti.

Nos cuesta, nos cuesta tomar esta decisión.

Pero Jesús nos invita, nos invita claramente a tomar la decisión de cortar por lo sano con todo aquello que no nos ayuda.

Pues es mejor, dice Él, perder una mano, un ojo, un pie, que a que se corrompa todo tu cuerpo.

Nos lo dice él en el Evangelio de San Marcos capítulo 9 versículo 43.

¿Seguirás postergando el cortar con aquello que no te hace mejor persona y te aleja de Dios?

Tercera decisión importante que tarde o temprano tendrás que decidir como estos dos caminos.

Jesús en el Evangelio de San Mateo en el capítulo 12 versículos del 43 al 45 nos habla de una persona que por fin ha logrado echar un mal espíritu de su casa.

Y ahora con su casita ordenada y limpia, resulta que vuelve ese mismo mal espíritu, pero con otros siete más.

Y entran de nuevo en la casa y la dejan en peor estado que al comienzo.

Es que Jesús con esta parábola nos advierte que no sólo hay que tomar la decisión de echar por fin de nuestra vida, de nuestra casa, un mal espíritu, un vicio, un pecado.

Eso está muy bien, pero eso es sólo la primera parte.

La segunda decisión y la más trascendental es decidir con qué voy a llenar la casa, es decir, no dejar la casa deshabitada.

No basta con limpiarla y ordenarla, hay que llenarla de Dios, hay que llenarla de cosas buenas y de cosas santas, llenarla de amor verdadero y sano, llenar tu casa con Dios y lo bueno es la decisión más importante que evitará que nadie ni nada malo venga a ocuparla.

Recuerdo una experiencia que me impactó muchísimo en México, me mandó a llamar un exorcista, un exorcista muy famoso, muy importante y yo me asusté, dije yo me manda a llamar un exorcista, wow, hermana Glenda, ¿qué pasó?

Pero cuando llego, el sacerdote, ya era un hombre mayor, quería conocerme, quería conocerme, darme las gracias.

Yo no sé, fue un testimonio precioso de cómo Él ocupaba la música que el Señor me regala.

Me dice, hermana, yo después que hago oraciones de liberación, yo después que hago el exorcismo y el alma queda limpia, el alma queda otra vez como un niño recién nacido, yo les pongo mucho tiempo a escuchar su música, porque contiene la palabra de Dios y el corazón de esa persona comienza a llenarse, comienza a nutrirse de comida buena, de comida sana, como es la palabra de Dios en sus canciones.

Yo me quedé impresionada y comprendí con mucha más fuerza esta invitación de Jesús a no solo ordenar la casa, echar todo aquello, cortar con todo lo que no nos hace bien, sino la decisión importante de con qué la vamos a llenar, con qué la vamos a ocupar.

La cuarta decisión que sí o sí es trascendental y tarde o temprano tendrás que enfrentarte a esta frase de Jesús y tomar alguno de estos caminos es esta frase que dice Jesús, deja que los muertos entierren a sus muertos Jesús dice esta tremenda frase en el evangelio de San Mateo capítulo 8 versículo 22 se le dice a un discípulo que ante su llamado le pide enterrar primero a su padre para luego seguirle.

Esta petición parece muy coherente de un buen hijo pero Jesús que es el camino, la verdad y la vida le exige no enterrar al padre.

Le está diciendo que la decisión más importante que no puede esperar es seguirle a él y no tiene excusas, aunque sean excusas santas, excusas correctas, excusas buenas como enterrar, como lo tan tremendo de enterrar a un padre o a una madre.

Recordamos que un entierro, para entender esta frase de Jesús en un contexto recordemos que un entierro y un luto judío podía durar más o menos de una semana o un mes así que la espera podía alargarse y Jesús que es la vida pasa, llama y si no le sigues te quedas fuera Imagina que Jesús pasa por delante de tu puerta, te mira profundamente a los ojos y te dice, sígueme.

Le dirás acaso, es que mira señor, estoy aquí preocupada por mis hijos, Es que no te puedo seguir Señor porque mira mi marido me abandonó, es que abusaron de mí en la infancia por eso no te puedo seguir, es que ya estoy muy anciano, muy anciana, es que estoy enferma, es que tengo mucho trabajo, es que tengo, tengo, tengo, tengo que hacerme el cargo de mis padres de muchas cosas si Jesús de verdad que es el camino la verdad y la vida pasara por tu lado y te mirara con esos ojos que tiene él y te dijera sígueme ni se te ocurriría ponerle objeciones irías detrás de él sin acordarte de tus dolencias sin acordarte de situaciones negativas o compromisos pendientes.

Le seguirías, sin excusas, porque sabes que si Él te llama, Él sabe por qué y sabe para qué, aunque a ti te parezca muchas veces que su llamada es inoportuna.

La llamada de la vida, la llamada de la verdad, la llamada del camino, es decir, la llamada de Jesús es así de radical.

Tardo o temprano tendrás que decidir si seguir poniendo excusas, si seguir eligiendo ser víctima de la vida o de las circunstancias o seguir al camino, la verdad y la vida que te llaman.

Por último, otra decisión trascendental que tarde o temprano tendrás que afrontar y decidir y escoger estos dos caminos es esta frase de Jesús.

Desde el punto de vista de los amos, desde el punto de vista legal en la época romana, era muy común que los señores compartieran a los esclavos, Pero esto generaba algunos conflictos, muchos conflictos la verdad.

Hay algunos documentos históricos que hablan por ejemplo de un señor que se quejaba de que el siervo llega cansado después de trabajar en la otra hacienda y ya no trabaja bien cuando cuando le toca el turno a él en su hacienda.

Jesús nos enfoca a este conflicto, este conflicto de los dos señores, pero desde el punto de vista del esclavo, del punto de vista de los siervos.

Él nos dice en el evangelio de San Lucas capítulo 16 versículo 13 ningún siervo puede servir a dos señores porque aborrecerá a uno y amar al otro o se apegará a uno y despreciará al otro porque Jesús conoce la limitación de nuestro corazón conoce la limitación del corazón humano y sabe que en todo siempre hacemos prioridades, en todo siempre tenemos preferencias, aunque nos esforzamos por ser equitativos siempre algo o alguien nos es más preferido que otro en algún momento, siempre algo o alguien va en primer o en segundo lugar en muchas opciones de nuestro día a día.

Tardo o temprano tendremos que establecer prioridades en nuestra vida.

No puedes tener dos cosas en el primer lugar de tu vida.

Siempre una tendrá más fuerza que la otra.

Con el Salmo 18 que te invito a escuchar y a cantar conmigo a continuación, invoca a Dios como lámpara, como lámpara de tu vida, como lámpara de tus pasos.

Apóyate en su luz para no escapar o no retrasar estas tremendas decisiones fundamentales de tu vida dile señor tú eres

mi lámpara, Tú alumbras mis tinieblas Señor, Tú eres mi lámpara Tú alumbras mis tinieblas Señor, Tú eres mi lámpara, Tú alumbras mis tinieblas Para tu alumbras mis tinieblas Ah...


Speaker 0: 5 decisiones de las que no podrás escapar Primera decisión, remamar adentro. Esta frase se la dice Jesús a Pedro en el Evangelio de San Lucas capítulo 5 versículo 4 y es que tarde o temprano tendrás sí o sí que decidir si seguir pegado a la orilla de tu vida donde todo es más seguro, donde no hay riesgo o remar mar adentro, donde entra el vértigo de sentir que estás solo en medio del océano y que no hay tierra a la vista. Tardo o temprano tendrás que tomar la decisión de conocer nuevos mares o seguir siempre en la misma orilla de tu vida. El miedo, la búsqueda de seguridad puede hacer que te conformes con mirar el mar desde la playa, Pero Jesús siempre siempre te está invitando a remamar adentro. Rema más adentro, es decir, deja la superficie, deja la playa y entra en la profundidad de la vida, entra en la profundidad de tu propia existencia.

¿Qué decisión tomarás? La segunda decisión que sí o sí es trascendental y no puedes escapar, te enfrentarás tarde o temprano a esta frase de Jesús. Tendrás que tomar una decisión como estos dos caminos que tenemos aquí en la espalda. La frase de Jesús dice, si tu mano te hace caer, cortatela. Nos cuesta terminar con una relación que nos gusta mucho, pero sabemos no nos hace bien, es tóxica y no tiene futuro.

Nos cuesta dejar un amigo o un grupo de amistades que nos inducen a malos caminos, pero que conocemos desde hace años, incluso desde la infancia, y la verdad que nos da tristeza dejarlos, cortar con esas relaciones. Nos cuesta dejar un trabajo que está sacando lo peor de nosotros mismos y es incluso una ocasión para caer en cosas fajas, pero como nos da el sustento de cada día, el sustento económico, seguimos allí, nos cuesta cortar. Como perder una mano o un pie o un ojo, Así es de doloroso el tomar la decisión de cortar con alguien que tú amas pero es tóxico. De cortar con un ambiente que te gusta pero que te hace caer. De cortar con un trabajo que no te ayuda y saca lo peor de ti.

Nos cuesta, nos cuesta tomar esta decisión. Pero Jesús nos invita, nos invita claramente a tomar la decisión de cortar por lo sano con todo aquello que no nos ayuda. Pues es mejor, dice Él, perder una mano, un ojo, un pie, que a que se corrompa todo tu cuerpo. Nos lo dice él en el Evangelio de San Marcos capítulo 9 versículo 43. ¿Qué harás tú?

¿Seguirás postergando el cortar con aquello que no te hace mejor persona y te aleja de Dios? Tercera decisión importante que tarde o temprano tendrás que decidir como estos dos caminos. Llena tu casa. Jesús en el Evangelio de San Mateo en el capítulo 12 versículos del 43 al 45 nos habla de una persona que por fin ha logrado echar un mal espíritu de su casa. Y ahora con su casita ordenada y limpia, resulta que vuelve ese mismo mal espíritu, pero con otros siete más.

Y entran de nuevo en la casa y la dejan en peor estado que al comienzo. Es que Jesús con esta parábola nos advierte que no sólo hay que tomar la decisión de echar por fin de nuestra vida, de nuestra casa, un mal espíritu, un vicio, un pecado. Eso está muy bien, pero eso es sólo la primera parte. La segunda decisión y la más trascendental es decidir con qué voy a llenar la casa, es decir, no dejar la casa deshabitada. No basta con limpiarla y ordenarla, hay que llenarla de Dios, hay que llenarla de cosas buenas y de cosas santas, llenarla de amor verdadero y sano, llenar tu casa con Dios y lo bueno es la decisión más importante que evitará que nadie ni nada malo venga a ocuparla.

Recuerdo una experiencia que me impactó muchísimo en México, me mandó a llamar un exorcista, un exorcista muy famoso, muy importante y yo me asusté, dije yo me manda a llamar un exorcista, wow, hermana Glenda, ¿qué pasó? Pero cuando llego, el sacerdote, ya era un hombre mayor, quería conocerme, quería conocerme, darme las gracias. Yo no sé, fue un testimonio precioso de cómo Él ocupaba la música que el Señor me regala. Me dice, hermana, yo después que hago oraciones de liberación, yo después que hago el exorcismo y el alma queda limpia, el alma queda otra vez como un niño recién nacido, yo les pongo mucho tiempo a escuchar su música, porque contiene la palabra de Dios y el corazón de esa persona comienza a llenarse, comienza a nutrirse de comida buena, de comida sana, como es la palabra de Dios en sus canciones. Yo me quedé impresionada y comprendí con mucha más fuerza esta invitación de Jesús a no solo ordenar la casa, echar todo aquello, cortar con todo lo que no nos hace bien, sino la decisión importante de con qué la vamos a llenar, con qué la vamos a ocupar.

¿Cómo está tu casa? ¿Cómo estás llenando tu casa? ¿Con qué llenas tu vida? La cuarta decisión que sí o sí es trascendental y tarde o temprano tendrás que enfrentarte a esta frase de Jesús y tomar alguno de estos caminos es esta frase que dice Jesús, deja que los muertos entierren a sus muertos Jesús dice esta tremenda frase en el evangelio de San Mateo capítulo 8 versículo 22 se le dice a un discípulo que ante su llamado le pide enterrar primero a su padre para luego seguirle. Esta petición parece muy coherente de un buen hijo pero Jesús que es el camino, la verdad y la vida le exige no enterrar al padre.

Le está diciendo que la decisión más importante que no puede esperar es seguirle a él y no tiene excusas, aunque sean excusas santas, excusas correctas, excusas buenas como enterrar, como lo tan tremendo de enterrar a un padre o a una madre. Recordamos que un entierro, para entender esta frase de Jesús en un contexto recordemos que un entierro y un luto judío podía durar más o menos de una semana o un mes así que la espera podía alargarse y Jesús que es la vida pasa, llama y si no le sigues te quedas fuera Imagina que Jesús pasa por delante de tu puerta, te mira profundamente a los ojos y te dice, sígueme. Le dirás acaso, es que mira señor, estoy aquí preocupada por mis hijos, Es que no te puedo seguir Señor porque mira mi marido me abandonó, es que abusaron de mí en la infancia por eso no te puedo seguir, es que ya estoy muy anciano, muy anciana, es que estoy enferma, es que tengo mucho trabajo, es que tengo, tengo, tengo, tengo que hacerme el cargo de mis padres de muchas cosas si Jesús de verdad que es el camino la verdad y la vida pasara por tu lado y te mirara con esos ojos que tiene él y te dijera sígueme ni se te ocurriría ponerle objeciones irías detrás de él sin acordarte de tus dolencias sin acordarte de situaciones negativas o compromisos pendientes.

Le seguirías, sin excusas, porque sabes que si Él te llama, Él sabe por qué y sabe para qué, aunque a ti te parezca muchas veces que su llamada es inoportuna. La llamada de la vida, la llamada de la verdad, la llamada del camino, es decir, la llamada de Jesús es así de radical. Tardo o temprano tendrás que decidir si seguir poniendo excusas, si seguir eligiendo ser víctima de la vida o de las circunstancias o seguir al camino, la verdad y la vida que te llaman. Por último, otra decisión trascendental que tarde o temprano tendrás que afrontar y decidir y escoger estos dos caminos es esta frase de Jesús. No se puede servir a dos señores.

Desde el punto de vista de los amos, desde el punto de vista legal en la época romana, era muy común que los señores compartieran a los esclavos, Pero esto generaba algunos conflictos, muchos conflictos la verdad. Hay algunos documentos históricos que hablan por ejemplo de un señor que se quejaba de que el siervo llega cansado después de trabajar en la otra hacienda y ya no trabaja bien cuando cuando le toca el turno a él en su hacienda. Jesús nos enfoca a este conflicto, este conflicto de los dos señores, pero desde el punto de vista del esclavo, del punto de vista de los siervos. Él nos dice en el evangelio de San Lucas capítulo 16 versículo 13 ningún siervo puede servir a dos señores porque aborrecerá a uno y amar al otro o se apegará a uno y despreciará al otro porque Jesús conoce la limitación de nuestro corazón conoce la limitación del corazón humano y sabe que en todo siempre hacemos prioridades, en todo siempre tenemos preferencias, aunque nos esforzamos por ser equitativos siempre algo o alguien nos es más preferido que otro en algún momento, siempre algo o alguien va en primer o en segundo lugar en muchas opciones de nuestro día a día.

Tardo o temprano tendremos que establecer prioridades en nuestra vida. ¿Qué está primero? El trabajo o la familia. ¿Qué está primero? Hacer dinero o hacer el bien.

¿Qué está primero, Dios o tú? No puedes tener dos cosas en el primer lugar de tu vida. Siempre una tendrá más fuerza que la otra. ¿Qué pondrás primero? ¿Qué pondrás en primer lugar?

Con el Salmo 18 que te invito a escuchar y a cantar conmigo a continuación, invoca a Dios como lámpara, como lámpara de tu vida, como lámpara de tus pasos. Apóyate en su luz para no escapar o no retrasar estas tremendas decisiones fundamentales de tu vida dile señor tú eres

Speaker 1: mi lámpara, Tú alumbras mis tinieblas Señor, Tú eres mi lámpara Tú alumbras mis tinieblas Señor, Tú eres mi lámpara, Tú alumbras mis tinieblas Para tu alumbras mis tinieblas Ah... Fiado en tu amor me meto en la batalla

Speaker 0: ♪ Subtítulos

Speaker 1: realizados

Speaker 0: por la comunidad de Amara.org

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5 DECISIONES DE LAS QUE NO PODRÁS ESCAPAR - PSICOLOGÍA Y FE - HNA GLENDA OFICIAL