Autora: Ester Alventosa-Bleda.

Música: Plaidness by Francis Preve 
Producció: Servei de Formació Permanent i Innovació Educativa (http://www.uv.es/sfpie) 
Licencia Atribución de Creative Commons (reutilización permitida).

Bienvenidas y bienvenidos a una nueva píldora del proyecto de la Universidad de Valencia y el Sefie innovando en educación comparada y política de la educación, el potencial del aprendizaje digital en los contextos híbridos de enseñanza-aprendizaje.

En esta ocasión se va a presentar de forma sintética la metodología comparada como metodología científica utilizada por muchas disciplinas, como por ejemplo el derecho comparado, la literatura comparada, etcétera, pero centrándose en su uso para la investigación en y para la docencia de la educación comparada.

En la diapositiva podéis ver el esquema de lo que se expondrá a continuación.

La consideración de la educación comparada como disciplina científica conlleva la necesidad de delimitar los siguientes tres elementos, su objeto, su método, su finalidad, según García Garrido, Caballero, Manso, Matarrán, Ziballe.

Centrándonos en el método comparado, ¿qué entendemos por comparar?

En el terreno científico se realizan comparaciones para conseguir un mejor conocimiento de la realidad, del que luego podrán derivarse o no acciones concretas, comparar implica establecer relaciones entre dos o más hechos o fenómenos.

Por un lado, estos hechos o fenómenos no deben ser iguales o la comparación carecería de sentido, y por otro lado no deben ser tan diferentes que sea imposible su comparación.

Por tanto, los hechos o fenómenos que se comparan deben tener ciertas características homogéneas que los hagan comparables, con el fin de deducirse una congruencia si las características de los hechos o fenómenos que se comparan se corresponden completamente, una afinidad si se corresponden en parte o una discrepancia si no se corresponden en absoluto.

Los elementos básicos de la comparación son qué, cómo, cuándo y dónde se compara.

En relación al qué se compara hace referencia a, por un lado, las unidades comparativas, los hechos o fenómenos que van a ser comparados, por ejemplo, el sistema educativo francés y el sistema educativo español, y por otro, a las variables o dimensiones que van a compararse, por ejemplo, la educación primaria y dentro de ella, aspectos como la edad de inicio y la edad de finalización, su carácter no obligatorio, su currículum, etc.

A estos dos elementos se le suma un tercero, conocido como el tertium comparationis, un criterio de comparación, que Es un elemento de naturaleza más subjetiva y representa el modelo que posee la propia persona investigadora en relación al objeto de estudio y que le sirve de punto de partida aunque éste puede verse modificado tras la realización de la investigación.

En relación a las unidades comparativas, podemos decir de un modo muy general que las comparaciones pueden ser internacionales, intranacionales o supranacionales.

En relación al cómo, nos referimos a la propia metodología comparada y dentro de ella al modelo o enfoque que la persona investigadora adopte.

Existen modelos más descriptivos o modelos más explicativos, etcétera.

Y la propuesta metodológica concreta que se seguirá y condicionará las fases a seguir en la propia investigación.

¿En relación a cuándo las comparaciones pueden ser diacrónicas o sincrónicas?

Las diacrónicas son aquellas que comparan un hecho o fenómeno en el mismo lugar a lo largo del tiempo, por ejemplo, las leyes educativas aprobadas a lo largo del tiempo en un mismo país.

Las sincrónicas son aquellas que comparan un hecho o fenómeno en el mismo momento en diferentes lugares, por ejemplo, las leyes educativas vigentes en un determinado momento en diferentes comunidades autónomas españolas.

Por último, en relación al donde nos referimos fundamentalmente a si se trata de una comparación internacional, intranacional o supranacional como ya hemos visto al hablar de las unidades comparativas.

Es necesario analizar el método comparado, hacer una referencia a las fuentes de información que se utilizarán para la investigación.

Podemos distinguir en primer lugar las fuentes primarias, que son aquellas que recogen la información o los textos originales sin haber sido manipulados y pueden ser documentos oficiales, no oficiales y también de elaboración propia.

En segundo lugar, tenemos las fuentes secundarias, que son todas aquellas que se elaboran a partir de las primeras, por ejemplo, resúmenes, informes o estudios realizados por especialistas a partir de fuentes primarias.

Y podríamos añadir en tercer lugar toda la información ofrecida por los organismos internacionales.

Fases del método comparado, ya hemos visto que dependiendo de la propuesta metodológica concreta que sigamos, las fases serán unas u otras.

Grandes comparatistas como Hilker y Veredey establecieron cuatro fases en el método descripción, interpretación, justaposición y comparación.

Y a partir de ellas, los y las comparatistas a lo largo del tiempo han ido introduciendo otras o matizando aspectos de estas cuatro clásicas.

Siguiendo a Ferrer, 2002, que a su vez se apoya en García Garrido, 1990, con la exposición de las siguientes fases.

Su objeto es establecer el marco teórico a partir del cual se van a desarrollar la investigación.

Contiene tres pasos imprescindibles, la selección, identificación y justificación del problema, el segundo planteamiento de hipótesis, prehipótesis para algunos autores y autoras, tercero la delimitación de la investigación, delimitación de conceptos, del objeto de estudio, de las unidades comparativas, del proceso y sus fases, de sus instrumentos de medida, etc.

Pasando a la fase descriptiva, su objeto es la presentación sistemática de todos los datos recopilados de forma separada para cada una de las unidades comparativas.

La fase interpretativa tiene como objeto interpretar los datos que se han expuesto en la fase descriptiva a la vista de factores conceptuales de cada unidad comparativa.

En la fase de enyugstaposición El objeto principal es confrontar los datos presentados en la descripción con el fin último de servir de instrumento para abordar la confirmación o rechazo de la hipótesis en la siguiente fase.

Toda información suele mostrarse en las tablas de doble entrada, unidades comparativas y variables comparadas.

La fase comparativa tiene como objetivo primordial demostrar la aceptación o rechazo de las hipótesis de la investigación.

Se trata de una etapa de síntesis, puesto que el análisis ya se ha llevado a cabo en la descripción y en la interpretación, por lo que es importante elaborar unas conclusiones comparativas sintéticas que no sean descomponedoras de un todo en sus partes, sino componedoras de las partes en un todo comparativo.

Las conclusiones comparativas no se elaboran por unidades comparativas sino por variables y dimensiones comparadas.

La fase prospectiva no siempre se propone como diferenciada de la anterior.

Su objetivo es establecer tendencias educativas que posiblemente seguirán los países o regiones estudiados.

Se trata de una etapa optativa porque no siempre los resultados permiten llevarla a cabo de forma rigurosa.

Por último, una vez presentado el método comparado en la educación comparada, es necesario apuntar que la educación comparada es una disciplina que se ha mantenido y se mantiene muy abierta a la influencia de otras disciplinas afines, tanto de las ciencias sociales en general, como de las ciencias de la educación en particular, como pueden ser la pedagogía comparada, la cooperación al desarrollo, la educación internacional, la política de la educación, la educación social comparada, la sociología, la fisiología, etc.

Para saber más sobre la metodología comparada en educación, hacemos algunas sugerencias bibliográficas y os animamos a realizar algún pequeño estudio comparado para empezar a familiarizaros con el método.


Speaker 0: Bienvenidas y bienvenidos a una nueva píldora del proyecto de la Universidad de Valencia y el Sefie innovando en educación comparada y política de la educación, el potencial del aprendizaje digital en los contextos híbridos de enseñanza-aprendizaje. En esta ocasión se va a presentar de forma sintética la metodología comparada como metodología científica utilizada por muchas disciplinas, como por ejemplo el derecho comparado, la literatura comparada, etcétera, pero centrándose en su uso para la investigación en y para la docencia de la educación comparada. En la diapositiva podéis ver el esquema de lo que se expondrá a continuación. La consideración de la educación comparada como disciplina científica conlleva la necesidad de delimitar los siguientes tres elementos, su objeto, su método, su finalidad, según García Garrido, Caballero, Manso, Matarrán, Ziballe. Centrándonos en el método comparado, ¿qué entendemos por comparar?

¿Qué sentido tiene la comparación? En el terreno científico se realizan comparaciones para conseguir un mejor conocimiento de la realidad, del que luego podrán derivarse o no acciones concretas, comparar implica establecer relaciones entre dos o más hechos o fenómenos. Por un lado, estos hechos o fenómenos no deben ser iguales o la comparación carecería de sentido, y por otro lado no deben ser tan diferentes que sea imposible su comparación. Por tanto, los hechos o fenómenos que se comparan deben tener ciertas características homogéneas que los hagan comparables, con el fin de deducirse una congruencia si las características de los hechos o fenómenos que se comparan se corresponden completamente, una afinidad si se corresponden en parte o una discrepancia si no se corresponden en absoluto. Los elementos básicos de la comparación son qué, cómo, cuándo y dónde se compara.

En relación al qué se compara hace referencia a, por un lado, las unidades comparativas, los hechos o fenómenos que van a ser comparados, por ejemplo, el sistema educativo francés y el sistema educativo español, y por otro, a las variables o dimensiones que van a compararse, por ejemplo, la educación primaria y dentro de ella, aspectos como la edad de inicio y la edad de finalización, su carácter no obligatorio, su currículum, etc. A estos dos elementos se le suma un tercero, conocido como el tertium comparationis, un criterio de comparación, que Es un elemento de naturaleza más subjetiva y representa el modelo que posee la propia persona investigadora en relación al objeto de estudio y que le sirve de punto de partida aunque éste puede verse modificado tras la realización de la investigación. En relación a las unidades comparativas, podemos decir de un modo muy general que las comparaciones pueden ser internacionales, intranacionales o supranacionales. En relación al cómo, nos referimos a la propia metodología comparada y dentro de ella al modelo o enfoque que la persona investigadora adopte. Existen modelos más descriptivos o modelos más explicativos, etcétera.

Y la propuesta metodológica concreta que se seguirá y condicionará las fases a seguir en la propia investigación. ¿En relación a cuándo las comparaciones pueden ser diacrónicas o sincrónicas? Las diacrónicas son aquellas que comparan un hecho o fenómeno en el mismo lugar a lo largo del tiempo, por ejemplo, las leyes educativas aprobadas a lo largo del tiempo en un mismo país. Las sincrónicas son aquellas que comparan un hecho o fenómeno en el mismo momento en diferentes lugares, por ejemplo, las leyes educativas vigentes en un determinado momento en diferentes comunidades autónomas españolas. Por último, en relación al donde nos referimos fundamentalmente a si se trata de una comparación internacional, intranacional o supranacional como ya hemos visto al hablar de las unidades comparativas.

Es necesario analizar el método comparado, hacer una referencia a las fuentes de información que se utilizarán para la investigación. Podemos distinguir en primer lugar las fuentes primarias, que son aquellas que recogen la información o los textos originales sin haber sido manipulados y pueden ser documentos oficiales, no oficiales y también de elaboración propia. En segundo lugar, tenemos las fuentes secundarias, que son todas aquellas que se elaboran a partir de las primeras, por ejemplo, resúmenes, informes o estudios realizados por especialistas a partir de fuentes primarias. Y podríamos añadir en tercer lugar toda la información ofrecida por los organismos internacionales. Fases del método comparado, ya hemos visto que dependiendo de la propuesta metodológica concreta que sigamos, las fases serán unas u otras.

Grandes comparatistas como Hilker y Veredey establecieron cuatro fases en el método descripción, interpretación, justaposición y comparación. Y a partir de ellas, los y las comparatistas a lo largo del tiempo han ido introduciendo otras o matizando aspectos de estas cuatro clásicas. Siguiendo a Ferrer, 2002, que a su vez se apoya en García Garrido, 1990, con la exposición de las siguientes fases. Fase predescriptiva. Su objeto es establecer el marco teórico a partir del cual se van a desarrollar la investigación.

Contiene tres pasos imprescindibles, la selección, identificación y justificación del problema, el segundo planteamiento de hipótesis, prehipótesis para algunos autores y autoras, tercero la delimitación de la investigación, delimitación de conceptos, del objeto de estudio, de las unidades comparativas, del proceso y sus fases, de sus instrumentos de medida, etc. Pasando a la fase descriptiva, su objeto es la presentación sistemática de todos los datos recopilados de forma separada para cada una de las unidades comparativas. La fase interpretativa tiene como objeto interpretar los datos que se han expuesto en la fase descriptiva a la vista de factores conceptuales de cada unidad comparativa. En la fase de enyugstaposición El objeto principal es confrontar los datos presentados en la descripción con el fin último de servir de instrumento para abordar la confirmación o rechazo de la hipótesis en la siguiente fase. Toda información suele mostrarse en las tablas de doble entrada, unidades comparativas y variables comparadas.

La fase comparativa tiene como objetivo primordial demostrar la aceptación o rechazo de las hipótesis de la investigación. Se trata de una etapa de síntesis, puesto que el análisis ya se ha llevado a cabo en la descripción y en la interpretación, por lo que es importante elaborar unas conclusiones comparativas sintéticas que no sean descomponedoras de un todo en sus partes, sino componedoras de las partes en un todo comparativo. Las conclusiones comparativas no se elaboran por unidades comparativas sino por variables y dimensiones comparadas. La fase prospectiva no siempre se propone como diferenciada de la anterior. Su objetivo es establecer tendencias educativas que posiblemente seguirán los países o regiones estudiados.

Se trata de una etapa optativa porque no siempre los resultados permiten llevarla a cabo de forma rigurosa. Por último, una vez presentado el método comparado en la educación comparada, es necesario apuntar que la educación comparada es una disciplina que se ha mantenido y se mantiene muy abierta a la influencia de otras disciplinas afines, tanto de las ciencias sociales en general, como de las ciencias de la educación en particular, como pueden ser la pedagogía comparada, la cooperación al desarrollo, la educación internacional, la política de la educación, la educación social comparada, la sociología, la fisiología, etc. Bien, y por hoy nada más. Para saber más sobre la metodología comparada en educación, hacemos algunas sugerencias bibliográficas y os animamos a realizar algún pequeño estudio comparado para empezar a familiarizaros con el método. Gracias por vuestra atención.

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La educación comparada.